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Tributo al gigante de las ideas

22 nov. 2017
Hugo Manuel Rivero Rosales
En un ambiente pletórico de emociones, tras evocar momentos de la vida del Comandante en Jefe, se desarrolló este martes el taller académico Fidel, obra y pensamiento en la Escuela Superior del Partido Ñico López.

Las exposiciones y debates giraron en torno a la vigencia del pensamiento de Fidel en varias de sus dimensiones: política exterior, papel de la historia en la educación del pueblo, la propiedad socialista, cultura y economía; todas desde una perspectiva científica y sobre todo, contextualizada. A las ponencias sucedieron anécdotas, cartas, testimonios y otros trabajos socializados por los participantes, fruto del concurso Con Fidel Todos.

El evento, que forma parte de las jornadas de homenaje dedicadas al líder histórico de la Revolución por la Escuela Superior del Partido, a casi un año de su fallecimiento, retoma su figura y legado como esencia del ser humano sencillo y visionario que fue. Las actividades incluyeron también la presentación de los títulos Lo perdurable es el pueblo y Escuadrón y otros relatos, de los autores Naida Orozco Sánchez y Eduardo González Sarría.  

Elia Concepción Hanze, Máster en Ciencias y jefa del departamento de Relaciones Internacionales e Historia de la institución, catalogó la jornada como un espacio donde se combinaron emociones, ciencia y espontaneidad para destacar la valía del pensamiento ético y humanista de Fidel en el contexto de crisis axiológica mundial del mundo hoy.

A pocos días de conmemorarse el primer aniversario de su partida física, los profesores, estudiantes e invitados reflexionaron también sobre la necesidad de ahondar en la obra de Fidel, de interpretarla, aplicarla cabalmente en la construcción de nuestro modelo social y de fomentar los valores que siempre defendió y enseñó a su pueblo con la humildad y sabiduría que hoy hacen más entrañable a ese gigante de las ideas.

FIDEL NOS ENSEÑÓ A NO TEMERLE A OCTUBRE

A pesar de las tensiones que vivió el mundo en octubre de 1962, con la posibilidad de una guerra nuclear, en Cuba nadie tuvo miedo y fue gracias a Fidel y a un pueblo identificado con su líder, aseguró este martes el Doctor Eugenio Suárez, director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.

El triunfo revolucionario del 1ro. de enero de 1959 trajo consigo el asedio constante de los Estados Unidos hacia Cuba, explicó Suárez, quien impartió una conferencia en la Casa del Alba, en La Habana, sobre el liderazgo del 
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz durante la Crisis de Octubre de 1962.

La implementación y recrudecimiento paulatino del bloqueo económico, los sucesivos intentos de asesinar a los principales líderes de la Revolución y las amenazas de una invasión mercenaria proveniente de ese país norteño, son solo algunos ejemplos, añadió.

Luego de la invasión por Playa Girón en abril de 1961, la Unión Soviética (URSS) percibió la verdadera amenaza que representaba los Estados Unidos para la Isla. A pesar de la victoria rotunda de Cuba, los norteamericanos no cesaron en sus intentos de acabar con la Revolución y se temían nuevas agresiones, explicó Suárez.

Por eso, «proponen a Cuba colocar misiles en territorio nacional como medio de defensa», agregó el investigador.

La decisión de permitir que la URSS instalara sus misiles en la Isla, «hay que entenderla en su contexto. La Revolución tenía un grado de confianza muy alto en la Unión Soviética y, como expresara Fidel, “yo creo que más de la cuenta”».

Pero «pocas veces brilló más alto un estadista» en aquellos días de octubre, como escribiera el Comandante Ernesto Che Guevara en su carta de despedida a Fidel en 1965.

La raíz de esa convicción del Che, según Suárez, es que Fidel supo «colocar la dignidad del pueblo de Cuba en el sitial más alto de nuestra historia».

El Comandante en Jefe «no aceptó ninguna de las variantes de inspección propuestas por Estados Unidos, ni en tierra, ni en aguas jurisdiccionales», argumentó Eugenio Suárez.

También «supo preparar al pueblo para no amedrentarse y estar dispuesto –aseguró– a defender los principios de igualdad jurídica, autodeterminación y soberanía, y enfrentar cualquier agresión».

Suárez resaltó, además, que «Fidel tampoco se acobardó ante las negociaciones a escondidas que se produjeron entre EE.UU. y la Unión Soviética para retirar los misiles del territorio nacional… Él nos enseñó a no temerle a Octubre».

Durante la conferencia, se recordaron las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana, pronunciadas pocos días después de la retirada de los misiles: «Esto no quiere decir que nos desarman. Yo puedo asegurarles que contamos con formidables medios de defensa (…) Se marchan las armas estratégicas, pero todas las demás permanecen en nuestro país».

La conferencia de Suárez recordó el aniversario 55 del paso a la condición de paz de las fuerzas armadas soviéticas y las tropas del Pacto de Varsovia, oficializado el 21 de noviembre de 1962.

Tomado de Granma
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