Histórico

La Patria vive en sus símbolos

16 abr. 2018
Narciso Amador Fernandez
Han pasado 57 años de los bombardeos a los aeropuertos de San Antonio de los Baños, Ciudad Libertad y Santiago de Cuba. Los mismos años de la proclamación por Fidel del carácter Socialista de la Revolución Cubana, aquel 16 de abril de 1961.

La mayoría de la población cubana de hoy no había nacido o estaba en la más corta infancia, y a los más jóvenes se les difuminan en el tiempo estos heroicos acontecimientos vividos por sus padres o abuelos.

Quizás por eso, al indagar por el miliciano Eduardo García Delgado, una de las siete víctimas de los sorpresivos bombardeos del día 15, preludio de la invasión mercenaria de Playa Girón, no supieron identificarlo de nombre. Más, al decirles que con su sangre había escrito antes de morir el nombre de Fidel, les vino a la mente lo que desde la escuela primaria les han enseñado de aquellos acontecimientos.

Y es que resulta muy difícil olvidar el gesto de ese joven miliciano de 25 años, quien sabiéndose gravemente herido, y queriendo dejar un testimonio de su amor por la Revolución, escribiera con su propia sangre el nombre de Fidel. Una tinta imborrable que ha dejado honda huella en tantas generaciones de cubanos.

También  en el imaginario de los jóvenes de hoy está la famosa foto de Fidel y el pueblo con los fusiles en alto. Esa histórica instantánea que dejó para la posteridad el momento en que el Comandante en Jefe hacía público lo que todos querían y por lo que todos estaban dispuestos a derramar su sangre: el carácter socialista de esta Revolución.

¿Cuántas veces no hemos oído esa grabación? Decenas, y hasta centenares para los que peinan canas: “Compañeros obreros y campesinos, esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes (Aplausos).  Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida”.

Para más adelante, hacer un juramento que el pueblo cubano hizo patente en las arenas de Playa Girón, al costo de más de un centenar de vidas: “Aquí, frente a la tumba de los compañeros caídos; aquí, junto a los restos de los jóvenes heroicos, hijos de obreros e hijos de familias humildes, reafirmemos nuestra decisión, de que al igual que ellos pusieron su pecho a las balas, al igual que ellos dieron su vida, vengan cuando vengan los mercenarios, todos nosotros, orgullosos de nuestra Revolución, orgullosos de defender esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, no vacilaremos, frente a quienes sean, en defenderla hasta nuestra última gota de sangre”.

Tales hechos no los olvida nuestra juventud. Esta de ahora que enfrenta sus propios Girones y que ha vivido bloqueada desde que nació, pero dispuesta a continuar la obra de patriótica legada por los que les antecedieron.

Lo sucedido en Lima, Perú, durante la VIII Cumbre es una muestra que las trincheras de dignidad que los jóvenes cubanos levantaron ante las provocaciones del mismo enemigo de ayer: el Imperialismo norteamericano. Aunque allí el combate fuera de ideas, sin que eso le restase un ápice de coraje y valentía.

De aquel día de abril de 1961 en 23 y 12 -parada obligada antes de llegar al cementerio de Colón- se ha escrito mucho, aunque nunca será suficiente. Más ahora cuando ya han pasado casi seis décadas. Pero aún así, no basta.

Se necesitan hechos concretos que prueben que la sangre de Eduardo García Delgado y de aquellos milicianos que murieron en Girón no fue en vano y que sigue germinando nuevas semillas y surcos. Prueba de ello, son las más de 400 acciones constructivas que lleva adelante La Habana para conmemorar la efeméride patriótica del Día del Miliciano.

El parto del Socialismo no fue fácil entonces, como tampoco seguir alimentando esa obra resulta tarea sencilla ahora, al contrario. Raúl Castro, al evaluar aquellos momentos cruciales de nuestra historia afirmó:

“No vino al mundo nuestro Socialismo en pañales de seda, sino en el rudo algodón de los uniformes de las milicias obreras, campesinas y estudiantiles; de los combatientes del Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria.

“No hubo agua bendita en su primer bautismo de fuego en medio del combate contra los enemigos de la nación, sino sangre de patriotas, una vez más derramada en esta Isla por sus bravos hijos, en su prolongada lucha por la libertad, en su largo camino por la independencia”.

En los próximos días sucederá el necesario cambio generacional en la dirección del país. Será el día 19 de abril: Día de la Victoria de Playa Girón. Y de nuevo, como hace 57 años, las palabras de Fidel incitando a los cubanos a cantar el himno nacional para librar el combate por el Socialismo, serán escuchada en toda Cuba: “Al combate...  Vamos a cantar el Himno Nacional, compañeros”.

Y en ese combate por el futuro estará presente la juventud cubana. 

Tomado de Cubahora
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