Contrapunteo

¿Quién es Mauricio Claver–Carone?

3 feb. 2020
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El creciente nivel de hostilidad y confrontación que se expresa actualmente en la política del gobierno estadounidense contra Cuba y Venezuela, tiene varios responsables en los diferentes niveles de la Administración Trump. Tanto en la Casa Blanca como en el Departamento de Estado, están posicionados un grupo de funcionarios que día tras día su tarea fundamental es diseñar e implementar fuertes medidas coercitivas contra el pueblo cubano y venezolano. Su objetivo inmediato es lograr la asfixia económica para garantizar el derrocamiento de ambos procesos revolucionarios.

Para cumplir con estos propósitos no solo se requiere un andamiaje estructural dedicado especialmente a apreciar, coordinar e implementar la «política de cambio de régimen» contra estas dos naciones, sino que es imprescindible que determinados funcionarios se dediquen prácticamente a tiempo completo a estas actividades. Una de estas personas es Mauricio Claver–Carone, quien se desempeña como el Director del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Es decir, es el funcionario de más alto rango en la Casa Blanca que se dedica a los asuntos de América Latina y el Caribe, pero desde que ocupa esta responsabilidad en septiembre de 2018 ha convertido el derrocamiento de los gobiernos de Cuba y Venezuela en una verdadera obsesión política.

Aunque Claver–Carone no es de los políticos de más alto perfil y visibilidad pública en esta Administración, en la práctica es la persona encargada de dirigir y coordinar la estrategia contra Cuba y Venezuela en todo el gobierno federal estadounidense. Desde su poderosa e influyente posición, está mandatado para dar instrucciones a las agencias gubernamentales, revisar la implementación de las acciones y convocar reuniones para darle seguimiento a todo el régimen de sanciones económicas que despliega actualmente Washington contra La Habana y Caracas.

Desde que comenzó a trabajar en la Casa Blanca con el exasesor de seguridad nacional, John Bolton, a finales del 2018, se entregó con profundo odio y perversidad a lo que considera que ha sido su causa política de toda la vida: derrocar a la Revolución cubana.

Claver–Carone nació en Miami y desde muy joven se vinculó a los sectores de la extrema derecha cubanoamericana como una especie de «guerrero anticomunista» sobresaliendo por sus posiciones confrontacionales y agresivas que promovían, incluso, el empleo de la fuerza militar para logar sus propósito anticubanos. Se identificaba con los grupos más recalcitrantes del Sur de la Florida y decidió dedicarse por completo al negocio de la contrarrevolución. Se graduó de derecho en la Universidad Católica de América y realizó una maestría en derecho internacional y comparado en la Universidad George Washington. Se desempeñó en la Administración Bush como abogado-asesor en el Departamento del Tesoro hasta el 2003.

 

Es a partir del 2004 que este personaje irrumpe con fuerza en la organización de campañas políticas dedicadas a la promoción del enfoque confrontacional contra Cuba al crear el Comité de Acción Política Democracia Cuba-Estados Unidos. Este mecanismo de financiamiento entre 2004 y 2015 recaudó más de 4 millones de dólares y realizó contribuciones a más de 600 comités de campañas de congresistas y senadores estadounidenses. En el año 2007, 66 representantes demócratas incluyendo varios miembros de su liderazgo votaron en contra de una iniciativa para debilitar el bloqueo económico, comercial y financiero contra la nación cubana. Del total, 52 habían recibido dinero de la organización creada por Claver-Carone. Durante más de una década se dedicó a esta actividad sin muchos contratiempos y había logrado ser efectivo, en lo que incidía fundamentalmente que los presidentes de Estados Unidos habían privilegiado el enfoque agresivo contra Cuba.

Con la decisión de ambos gobiernos de restablecer las relaciones diplomáticas y comenzar un complejo proceso hacia la normalización de las relaciones en diciembre del 2015, Claver-Carone sufrió un duro golpe y se convirtió en uno de los principales enemigos de esta nueva etapa sin precedentes entre ambas naciones. Desde su blog Capitol Hill Cubans, comenzó una fuerte ofensiva mediática dirigida a desacreditar y descarrilar este momento histórico en los vínculos bilaterales. Pero encontró que su capacidad era extremadamente limitada a partir de la decisión del gobierno de Obama de emprender un nuevo camino sin tener en cuenta las opiniones y propuestas de la extrema derecha cubanoamericana.

En este sentido, con la inminente campaña presidencial que comenzó en el 2015, Claver-Carone sintió que era una buena oportunidad para apoyar con fuerza al candidato republicano. En la etapa inicial de la contienda donde había 16 precandidatos republicanos en las primarias, mostraba sus simpatías hacia Marco Rubio su aliado incondicional y también se inclinaba por Jeb Bush. En el caso de Trump, Mauricio se dedicó a criticarlo y atacarlo por las redes sociales llegando a decir que el magnate inmobiliario «pondría en riesgo la moral y el liderazgo internacional de Estados Unidos». El temor de Claver-Carone con Trump era que el millonario, quien había explorado opciones de negocios en Cuba, no expresaba una postura suficientemente anticubana.     

A medida que fue avanzando la campaña republicana y Donald Trump se impuso como el candidato del Partido Republicano, Claver-Carone no tuvo otra opción que comenzar a cortejarlo como lo hicieron la mayoría de los sectores de la extrema derecha cubanoamericana. Una vez que Trump es proclamado como presidente de Estados Unidos, Claver-Carone ya había logrado crear las condiciones para ser designado como uno de los miembros del equipo de transición del nuevo mandatario electo. De esta manera desde enero del 2017, comienza a ocupar responsabilidades en el Departamento del Tesoro hasta que en septiembre del 2018, Bolton, en coordinación con Marco Rubio, seleccionan al hombre ideal para diseñar y desplegar una fuerte ofensiva contra Cuba y Venezuela.   

A partir de ese momento, comenzaría a tomar las riendas de la política hacia América Latina y el Caribe al más alto nivel político un aliado incondicional del senador Marco Rubio que había convertido en un sentido de su vida el negocio de la contrarrevolución en Miami. Para los objetivos que se perseguían, no había otro candidato que lo superara en odio y perversidad. A inicios del 2019, comienza a desatarse una de las políticas más agresivas contra Cuba y Venezuela en los últimos tiempos. Claver-Carone se estaba dedicando en cuerpo y alma a organizar su implementación y coordinar exhaustivamente el sistema de presiones internacionales que se realiza cuando se acomete un enfoque de esta naturaleza.

Los pretextos, mentiras, retórica agresiva y el chantaje político sin escrúpulos se imponen en la actualidad como una manera habitual de conducir la política contra Cuba y Venezuela. Claver-Carone es un entusiasta enfermizo de este tipo de proyección irracional que violenta los principios del Derecho Internacional y constituye una amenaza a la seguridad hemisférica. Como la historia ha demostrado, este tipo de conductas tienen una vida limitada y son reversibles en el tiempo. Por lo tanto, la filosofía y visión del mundo de     Claver-Carone están destinadas al fracaso.    

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