Para leer ahora

La tan necesitada autonomía

27 ene. 2020
Por

«Un gobierno suficientemente grande para darte lo que quieres
es suficientemente fuerte para tomar todo lo que tengas».

Thomas Jefferson

Gilberto López y Rivas es un antropólogo, ensayista y político mexicano, profesor-investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, doctor en Antropología por la Universidad de Utah y profesor en Ciencias Antropológicas por la Universidad Autónoma de México. Además participó en la Cruzada Nacional de Alfabetización en 1980 y fue consejero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional durante el proceso de diálogo que resultó en la firma de los Acuerdos de San Andrés. A partir de su ardua labor como político, escritor e investigador vio la luz el libro Autonomía de los pueblos indios y zapatismo en México, bajo el sello editorial de Ocean Sur.

El autor demuestra en el libro cómo la autonomía ha sido el método adoptado por los indígenas para mantener viva su cultura y lograr su inclusión en el estado-nación, ante la constante agresión de los sectores privados y corporaciones que ambicionan sus tierras y recursos naturales. La autonomía busca redefinir o reconstruir la relación entre los productores y comercializadores, así como constituirse en el ámbito del mercado. Se consideran, lógicamente, propietarios y herederos de las tierras y los recursos naturales con los que viven y, consecuentemente, exigen respeto por parte del Estado y de las empresas privadas que solo se empeñan en privatizar y explotar las tierras o recursos que poseen.

López y Rivas estudia, desde una perspectiva comparativa, las autonomías indígenas contemporáneas en América Latina, especialmente en México, para mostrar la naturaleza de transformación que este proceso brinda, no solo en su formación, sino también, en los propios sujetos. En sus propias palabras, un ejemplo de lo sucedido en México:

Cuando los zapatistas trascienden el autogobierno y lo asumen a partir de los principios de mandar obedeciendo, la rotación de los cargos de autoridad, la revocación del mandato, la anticipación planeada y programada de mujeres y jóvenes, la reorganización equitativa y sustentable de la economía, la adopción de una identidad política anticapitalista y antisistémica, y la búsqueda de alianzas nacionales e internacionales afines a esta, se lleva a cabo un cambio cualitativo de autonomías: a la par que se transforman los propios pueblos indígenas en sus relaciones de género y grupos de edad, en sus procesos indígenas, en sus relaciones de género y grupos de edad, en sus procesos de identidad política, ética y nacional, en su apropiación regional del territorio y la extensión del poder desde abajo.[1]

El caso de México es excepcional, pues forma parte de un largo proceso de lucha por la inclusión de los pueblos indígenas. Ya las autonomías forman parte de un proyecto nacional en el que los sujetos autónomos han perseguido la integración junto a otros sectores de la sociedad mexicana. Por ejemplo, el ejército zapatista, se ha dirigido a todas las religiones, razas y etnias para formar una nueva nación más integradora.   

Pero la complejidad del término autonomía, escapa de todo control, por ello se insiste en el carácter intrínseco de cambio y adaptación teniendo en cuenta los factores internacionales, nacionales, regionales y locales de los pueblos indígenas, pues no todos poseen los mismos recursos.

Se ha demostrado a través de la experiencia zapatista y de otros procesos latinoamericanos que no se puede tener un desarrollo pleno de una red multiétnica de comunidades y regiones, si no se tiene una transformación y consolidación del sujeto autonómico que afirme la hegemonía en pos de contribuir a la cohesión interna.

Así, podemos entender por qué en muchos países de Latinoamérica la autonomía se ha convertido en una estrategia para que los sujetos étnicos pongan en valor su identidad, reclamen lo que es suyo por derecho y construyan modos de vida alternativos que, hasta el momento, no habían sido adoptados. La autonomía es resistencia, es lucha, pero una lucha por principios igualitarios y colectivistas. Se proclama como una vía para la salvación del ser humano y una forma de enfrentamiento al concepto tan manipulado de «éxito capitalista».



[1] López y Rivas, Gilberto: Autonomía de los pueblos indios y zapatismo en México, Editorial Ocean Sur, 2014, p. 171.

enviar twitter facebook

Comentarios

0 realizados
Comentar